Vislumbrando el fin de la batalla...

Escribo este post con una emoción que dificilmente pueda transmitir, pero es parte necesaria y fundamental en este blog. Desde el viernes pasado mi querido J. tiene en su poder el tan ansiado permiso de salida, el gobierno se lo ha otorgado por un período de once meses, en pocos días este hombre dejará por primera vez la isla, y también, desde que nació, es la primera vez que sera libre. La conmoción que vivimos tiene infinidad de motivos, pero estamos abrazados por la despedida y el reencuentro principalmente. El sabor amargo de los que quedan duele como propio y engarzado a ello la inmensa alegría de lo que pudo este amor, nacido sin medios ni armas necesarias para que crezca, sin embargo hoy ya casi saboreamos lo que para nosotros es una gloria. El placer de sentir, al menos por ahora, que la sombra del temor se nos haya despegado. Es muy significativo que sea este mes de agosto el que J. salga del país, porque el día 5 conmemora el 15º aniversario del llamado Maleconazo, primera manifestación masiva espontánea del pueblo, en contra de un régimen que no respeta las libertades civiles. Miles de personas fueron detenidas en cárceles de máximo rigor. La Habana fué un caos y el “Maleconazo” un grito de libertad silenciado...